Diciembre 2013-Enero2014.
Por Raúl Isman.
Historiador y Académico argentino.
Culmina un difícil y complejo año con la convicción que la antorcha legada por los libertadores del siglo XIX seguirá iluminando el firmamento de nuestra América el próximo. En marzo de apagó la vida del comandante Chávez, pero no su luz. La confusión provocó que en la elección para nombrar sucesor Nicolás Maduro ganase por escaso margen. Fue la señal de largada para un conjunto de maniobras criminales y golpistas que fueron desbaratadas por el pueblo en los comicios del 8D. La claridad y firme conducción del presidente desbarató las maniobras del imperialismo que, sirviéndose de la mal llamada Mesa de la Unidad Democrática, apostaba a lograr un referéndum revocatorio. Imperio y opositores se tomaron de la mano, fueron por lana y resultaron esquilados.
En Brasil se vivieron momentos muy complejos frente a explosiones sociales resistentes a medidas de ajuste. Pero el gobierno de Dilma retomó el control del escenario político y hoy claramente se halla posicionado de modo inmejorable para revalidar el gobierno en la puja electoral del año que en breve se inicia.
El retorno de Michel Bachelet al ejecutivo chileno se verifica en un escenario de un gobierno en disputa. La coalición que vuelve al control de la primera magistratura se ha ampliado hacia la izquierda con organizaciones políticas y referentes de movimientos sociales y ha realizado promesas de campaña que resultan agresivas para el orden conservador. De modo que el poder económico local, continental e imperial ha encendido luces de alarma. El futuro develará si Bachelet optará por cumplir con su pueblo o seguirá- como durante su primer mandato- alienada y alineada con las fuerzas tenebrosas que niegan derechos económicos, sociales, políticos sanitarios y educativos a los chilenos.
El año 2013 fue muy complejo en la Argentina. Si bien el ejecutivo nacional mantuvo el rumbo que permite hablar de década ganada, debió sufrir un retroceso en masa de votantes y maniobras de golpe blando durante el mes diciembre, incluidas revueltas policiales, saqueos y maniobras empresariales diversas. Todo ello conducido- además de la embajada imperial- por los grandes conglomerados massmediaticos que pretendieron instalar la idea que la Argentina actual no se diferencia mayormente de la que estalló en el 2001. El gobierno viene conjurando tales maniobras con solvencia y ya se avizora que el único modo para derrotarlo pasa por desestabilizar por completo la economía argentina durante el 2014 y/o el 2015, único modo en que la franciscana en ideas oposición podría derrotarlo. El fin del corriente año y el comienzo del próximo muestran la vitalidad del proyecto independentista que se despliega consecuente hasta poder derrotar, en un futuro esperemos lo más inmediato posible, al imperialismo en general. Y a la perversa variante usamericana en particular.
El retorno de Michel Bachelet al ejecutivo chileno se verifica en un escenario de un gobierno en disputa. La coalición que vuelve al control de la primera magistratura se ha ampliado hacia la izquierda con organizaciones políticas y referentes de movimientos sociales y ha realizado promesas de campaña que resultan agresivas para el orden conservador. De modo que el poder económico local, continental e imperial ha encendido luces de alarma. El futuro develará si Bachelet optará por cumplir con su pueblo o seguirá- como durante su primer mandato- alienada y alineada con las fuerzas tenebrosas que niegan derechos económicos, sociales, políticos sanitarios y educativos a los chilenos.
El año 2013 fue muy complejo en la Argentina. Si bien el ejecutivo nacional mantuvo el rumbo que permite hablar de década ganada, debió sufrir un retroceso en masa de votantes y maniobras de golpe blando durante el mes diciembre, incluidas revueltas policiales, saqueos y maniobras empresariales diversas. Todo ello conducido- además de la embajada imperial- por los grandes conglomerados massmediaticos que pretendieron instalar la idea que la Argentina actual no se diferencia mayormente de la que estalló en el 2001. El gobierno viene conjurando tales maniobras con solvencia y ya se avizora que el único modo para derrotarlo pasa por desestabilizar por completo la economía argentina durante el 2014 y/o el 2015, único modo en que la franciscana en ideas oposición podría derrotarlo. El fin del corriente año y el comienzo del próximo muestran la vitalidad del proyecto independentista que se despliega consecuente hasta poder derrotar, en un futuro esperemos lo más inmediato posible, al imperialismo en general. Y a la perversa variante usamericana en particular.