Docente. Escritor.
Colaborador habitual
del periódico socialista El Ideal.
Director de la revista
Electrónica Redacción popular.
Columnista en política internacional
del Canal Señal Oeste (Moreno) y
del Programa radial Periodismo consentido
raulisman@yahoo.com.ar
"El matrimonio gay es una movida del Diablo".
Francisco I, antes de su nombramiento.
El
PAPA argentino, Francisco I, viene a cumplir el proyecto del poder
mundial para disputar el consenso de la sociedad, especialmente de los
pueblos. No solo se trata de sustentar posiciones contrarias al
matrimonio igualitario, o contra el aborto, ampliamente difundidas por
el obispo Bergoglio, sino de gestar una conciencia de disciplinamiento
hacia el orden contemporáneo, reaccionario, de dominación transnacional.
Julio Gambina. Economista y dirigente político
argentino.
El nuevo Papa es argentino y eso desparrama temores y
preocupaciones entre muchos de sus compatriotas. Quizás, porque lo
conocemos más de cerca que a cualquier otro de los candidatos a suceder a
Ratzinger y sabemos de sus tenaces posiciones contra la ampliación de
derechos civiles y su dudosa actuación bajo los años de la dictadura.
Nada que lo distinga demasiado de sus colegas. Por esos antecedentes,
parece anunciar un papado en el que ninguno de los énfasis
tradicionalistas serán omitidos. Perseverancia se anuncia en las
condenas a las derivas del cuerpo y las heterodoxias del deseo, también
en la exclusión de las mujeres del sacerdocio y en la negación del
derecho al aborto.
María Pia López. Socióloga Argentina.
Introducción
En las siguientes líneas se desarrollará con mayor extensión el
análisis desplegado el día del nombramiento del obispo tanguero en el
papado, que puede consultarse desde
http://www.redaccionpopular.com/articulo/habemus-papam-tres-notas
El
año 2012 no resultó propicio para la gerusía y el monarca gobernantes
en el Estado Vaticano. Las infidencias blanqueadas por el mayordomo
papal Paolo Gabrielle dieron alimento a los massmedia (los "serios" y
"los sensacionalistas"), al tiempo que demostraron palmariamente que
llamar a la citada corte de tonsurados portavoces del espíritu santo (si
es que existiere dicho integrante trinitario) puede ser visto, en el
mejor de los casos, como una cruel ironía. Y en el peor como un sádico
castigo al pueblo creyente. La posterior
renuncia papal quedó remachada de modo evidente como manifestación de
impotencia benedictina para disciplinar a la omertá de frailes y obispos
gays que contradecían el discurso oficial católico acerca de tal
minoría sexual, de poner un límite siquiera a las violaciones desbocadas
en todo el orbe contra niños (muy peculiar lectura del dejad que los
niños vengan a mi, atribuido al nazareno) y de poner aunque mas no fuere
algo de claridad en los muy oscuros manejos del Instituto de Orden
Religioso (I.O.R., el Banco Vaticano), continuador a su vez de aquella
otra entidad financiera denominada Ambrosiano; que provocó
consiguientemente que su administrador (Roberto Calvi) se columpiara con
una soga anudada a su cuello en un brumoso puente londinense; en
accidentado viaje al paraíso garantizado por sus desinteresados
servicios a la curia bancaria. Los bancos papales ni siquiera arañan los
mínimos standares internacionales en términos de controlar
el origen de los fondos. Así, tráfico de armas, de estupefacientes,
redes de prostitución globales, las mafias itálicas pueden ser la fuente
de habitual para el financiamiento vaticano. ¿Puede extrañar que haya
sido nombrado para manejar el "Banco Central Papal" el alemán Ernst von
Freyber armador de buques de guerra (¿ y para que los olivos, señores
obispos?)?Todo ello (y mucho más que no trasciende mediáticamente)
resultaba una carga más que dura, un verdadero vía crucis para un
fatigado octogenario en tránsito a la novena década de su reaccionaria
vida. En política es frecuente hablar de los fusibles que saltan ante
una crisis. En la medida que el Vaticano es un peculiar estado (por
ejemplo, carece de ciudadanos que habitan allí y formularen reclamos
frente al poder político) les caben las generales de la ley, sólo que el
fusible que saltó es la máxima cabeza del estado. También hemos
desplegado un análisis anterior de la
salida del papa alemán que puede verse desde
http://www.redaccionpopular.com/articulo/la-abdicacion-papal-sexo-mentir...
Los
pontificados de Juan Pablo II y Nazinger vinieron para cerrar la
apertura reformista en lo teológico y en las prácticas eclesiales
iniciada en el Concilio Vaticano II (por ejemplo, la misa se decía ¡en
latín! hasta comienzos de los ´60). De tal modo, el tandem
polaco-germano se propuso comprometer mucho más a la Iglesia con los
poderes y lo peor de este mundo, en extraño corolario de la doctrina
Agustiniana de la ciudad celeste y la ciudad terrena. A la primera el
obispo de Hipona le reservaba las mayores virtudes. A la segunda todos
los defectos. Conviene retener dicha imagen porqué recurriremos a ella
varias veces en nuestros análisis. Un ejemplo es la soberbia y
complicidad de J.P.2 en ocasión que Arnulfo Romero, obispo mártir de El
Salvador, concurrió a la ¿Santa? Sede para transmitirle al pontífice sus
vivencias acerca del genocidio sufrido por su pueblo y la documentación
respectiva. El polaco no lo recibió y lo mando en una audiencia masiva a
arreglarse con los militares, que luego lo asesinaron y ametrallaron al
pueblo que lo lloraba en su velatorio. ¿Donde está la ciudad celeste y
la terrena en este caso?
De la J(uventud).P(eronista).
a Francisco I
El 13 de marzo de 2013 la gerontocracia vaticana escogió por
primera vez en su historia un papa no europeo. Se trata del arzobispo
argentino Jorge Bergoglio, quien asumió bajo el nombre de fantasía de
Francisco I. Habida cuenta que a los franciscos en el mundo de habla
hispana suele llamárselos "Pancho", "Paco" o "Pacho" no faltará mucho
para que el nuevo pontífice sea conocido como Panchito de las tinieblas,
por algunas razones que detallaremos a continuación, sin la mínima
pretensión de agotar el tenebroso prontuario del prelado (se sospecha
que fue cómplice del robo de bebés durante la feroz dictadura argentina
que se desarrolló entre 1976 y 1983, por ejemplo). He aquí una nueva
rugosidad en términos de ciudad celeste y ciudad terrena. Mientras que
para la mayoría de la jerarquía y otros sectores pertenecientes a la
Iglesia Argentina, los pretorianos genocidas construían "la ciudad de
dios"; que incluía derramamiento de sangre
"purificadora" como dijera un obispo de infausta memoria, fuera de la
vista de las personas comunes se desarrollaba un infierno (ciudad
terrenal) de torturas, asesinatos, robo de bebes y de los propios
cuerpos de tantos martirizados, que fueran arrojados en el océano y el
Río de La Plata desde aviones militaresy cuyos pilotos recibieran
oportunamente bendición y consuelo sacerdotal por sus “servicios a la
patria”. Durante el tiempo que desempeñó la presidencia de la
Conferencia Episcopal Argentina (2005-2011), el nuevo Papa condenó sin
concesiones toda búsqueda judicial de la verdad y el correspondiente
castigo y jamás concedió audiencia alguna para las madres y abuelas. Tal
vez porqué una investigación seria desenmascararía su complicidad.
Cuando se presentó a declarar como testigo, lo hizo con cara(dura) de yo
no fui y se limitó a responder con evasivas. Para ver el testimonio
acceder desde
http://www.youtube.com/watch?v=u8EoFlIbDPw
Al
nombrar a Bergoglio, el estado vaticano se puso en total coincidencia
con sus peores tradiciones y antecesores en el trono romano. Por no
hablar de etapas demasiado antiguas (los operadores sacerdotales que
colocaron a la naciente iglesia como aliada del imperio latino y luego
fundamento teologal de la opresión feudal), un hilo de coherencia
histórica vincula al Papa Julio II (1443-1513 y en el trono entre 1503 y
1513, jefe de una banda de "condotieri" algo parecido a los
parapoliciales de la época) con PIO XII (pontífice cómplice del nazismo
entre 1939 y 1958). El listado es incompleto por demás y cuenta con
obispos militantemente engarzados con cuanto genocidio ocurrió en
nuestro continente. Además, no hay que olvidar que la conquista y
explotación inacabada en
nuestro continente y nuestros pueblos originarios fue posible por el
uso ilimitado de la espada sacerdotal (cruz). No obstante, ello no
impidió a un reconocido antecesor del nuevo Papa, el extinto y
reaccionario Obispo Antonio Quarracino que denunciase a las fuerzas de
izquierda como expresiones extranjerizantes; como si la Iglesia fuera
originaria de nuestras pampas. Por otra parte, la denuncia del
desenfrenado interés vaticano por las riquezas pecuniarias y la extrema
pobreza en los contenidos de su espiritualidad lleva más de medio
milenio y es aún anterior a la Protesta encabezada por Martín Lutero
hacia la segunda década del siglo XVI y fueron ciertamente el origen del
cisma citado. ¿Mejoró la conducción católica en este punto o empeoró en
las casi cinco centenas transcurridas? La respuesta es más que obvia y
fue enunciada hace casi tres décadas por el filósofo argentino Diego
Armando Maradona. De modo que este punto vuelve a sembrar
dudas acerca de la localización verdadera de las ciudades agustinianas
ya varias veces citadas.
En su juventud Bergoglio militó en el conglomerado peronista (muy)
de derechas Guardia de Hierro. Formación que permea en algunos de sus
trabajos políticos actuales y en los que puede leerse una gruesa
contradicción entre sus dichos teóricos y sus acciones concretas. Tal
vez sea otra vuelta de tuerca a la cuestión de las dos ciudades
agustinianas, pero dice el ensayista Marcelo Gullo que "los numerosos
escritos del Cardenal Jorge Luis Bergoglio, el más importante, desde el
punto de vista geopolítico es, sin lugar a dudas, el prólogo que, en
abril del año 2005, escribiera para el libro del ensayista uruguayo
Guzmán Carriquiry titulado: “Una apuesta por América Latina”.Resulta
entonces imprescindible analizar y transcribir las partes más
sustanciales de dicho escrito para poder avizorar los tiempos
geopolíticos “ por venir”. Es en dicho prólogo que, el Cardenal
Bergoglio desarrolla explícitamente la idea ugartiana de la Patria
Grande e, implícitamente, la idea peronista de la necesidad de una
tercera posición entre el comunismo totalitario y el capitalismo
salvaje. Al respecto, afirma Bergoglio: “Poco tiempo después del
derrumbe del imperio totalitario del ‘socialismo real’…el resurgido
recetario neoliberal del capitalismo vencedor, alimentado por la utopía
del mercado autorregulado, demostraba también todas sus
contradicciones.” Agrega Gullo más adelante que según el Cardenal
Bergoglio, también que: “En las próximas dos décadas América Latina se
jugará el protagonismo en las grandes batalla que se perfilan en el
siglo XXI y su lugar en el nuevo orden mundial en ciernes.”
En ese
nuevo orden en ciernes -destaca el Cardenal Bergoglio- la única
posibilidad que tienen los países latinoamericanos de alcanzar el
desarrollo económico y la autonomía política pasa, inevitablemente, por
la construcción de una Patria Grande Latinoamericana. Es por eso
que afirma: “Ante todo se trata de recorrer las vías de la integración
hacia la configuración de la Unión Sudamericana y la Patria Grande
Latinoamericana. Solos, separados, contamos muy poco y no iremos a
ninguna parte. Sería callejón sin salida que nos condenaría como
segmentos marginales, empobrecidos y dependientes de los grandes poderes
mundiales.” (El pensamiento geopolítico del Papa Francisco, por Marcelo
Gullo en
http://mundorama.net/2013/03/18/el-pensamiento-geopolitico-del-papa-fran...)
Por
cierto que para Francisco de las tinieblas la ciudad celeste consiste
en el mundo de las ideas platónico, que carece de correlato con el mundo
concreto práctico (terrenal). ¿Como se puede hablar de
Patria grande y ser aliado político de Mauricio Macri y referirse a las
contradicciones del neoliberalismo (que tiene sólo contradicciones, no
adolece de totalitarismo, Panchito dixit) cuando Macri es emergente de
dicha corriente y aliado político de Bergoglio y su esposa explota
trabajo semi-esclavo. Pero lo central es, en nuestra opinión, lo
siguiente : ¿cual es el gobierno que en las tres décadas de historia de
nuestra democracia más impulsó la patria gande y la unidad
latinoamericana? La obvia respuesta es que las presidencias de Néstor y
Kristina. ¿Y donde estuvo Panchito? En la vereda de enfrente,
articulando fuerza política, precisamente contra la Patria Grande. Así
puede haber hecho miles de misas contra la trata infame de personas.
Pero su alianza con Macri- quién se burlo en un video de la explotación
prostibularia y jamás fue amonestado por ello- demuestra que son puras
hipocresías. Tal vez el ahora pontífice sea simplemente
víctima de la misoginia dos veces milenaria del catolicismo; pero, como
decía Perón, al rengo hay que verlo caminar.
Para no abundar en
demasiadas cuestiones de altri tempi el peor baldón de la trayectoria
del neofrancisco es el secuestro por las fuerzas represivas de dos
sacerdotes bajo su jesuítica jurisdicción. El caso se relata en el libro
"El silencio" del periodista Horacio Verbitsky, quien previamente lo
había acusado en varias notas de haber entregado los datos de las
víctimas a las jaurías criminales. Todo según declaraciones de Orlando
Yorio, uno de los jesuitas secuestrados, antes de fallecer por causas
naturales en 2000. El acusado jamás intentó refutar los graves cargos y
se limitó a prohijar una publicación en su alabanza (El jesuita del
periodista Sergio Rubín). Citado por la justicia (¿y si el día de mañana
se reclamara la extradición papal?) para declarar por el robo de bebés a
madres martirizadas durante la
dictadura 1976-1983 respondió por escrito. Sólo le faltó justificar el
hecho aduciendo que los infantes hurtados a sus familias no debían
soportar abusos pedófilos, de esos que son especialidad de la casa
eclesial. De modo que la elección de Francisco I es una toma de
posición: la curia vaticana le dice fuck you a la Argentina torturada,
oprimida y masacrada durante los años siniestros. Es una opción por los
asesinos, torturadores y explotadores contra las Madres de Plaza, los
H.I.J.O.S, las abuelas y el sufrido pueblo de nuestro martirizado país.
¿Por que bergoglio
y no otro?
Los antecedentes cuentan, pero en rigor la causa inmediata para la
elección del ungido es el hecho de que se trata de un operador político
con pretensiones de extremo florentinismo. Pero es preciso ser un
supermaquiavello para tratar de encausar y conducir la terrible interna
vaticana; de modales silenciosos y suaves, pero de extremo salvajismo.
No menor es el problema de la pérdida de la influencia de los ¿valores?
católicos en el seno de la sociedad civil (laicado). Es sabido que casi
nadie de los autoasumidos como practicantes de la fe se halla dispuesto a
seguir los preceptos difundidos por el dogma (dejemos la discusión de
con cuanta consecuencia practicados por los propios sacerdotes). Rara
avis es la mujer que llega virgen al matrimonio y ninguna pareja
desenamorada se abstiene de separarse. Se habla de 1.200 millones de
católicos. Pero quienes profesan la fe de modo consecuente y congruente
son muchos menos. Es que además, la
mayoría de la citada grey desconoce por completo los ritos
constitutivos y la práctica de su propia fe.
La notable disminución
de vocaciones sacerdotales es otra realidad que debería afrontar el
nuevo Papa para (re)encausar la vida vaticana.
Pero la causa
fundamental del nombramiento del obispo pasa, en nuestra opinión, por
otras cuestiones. Si entre los siglos XI y XII de nuestra era se libra
una dura batalla entre el papado y el imperio por el control y la
legitimación de las fuentes del poder temporal, el fin de la guerra fría
va a ser precedido y posibilitado por un acuerdo entre el papado
(polaco, Karol Wojtyla) y el imperio (protestante y yanki) en el cual el
objetivo logrado fue derrumbar al socialismo real y recomponer la
dominación del capital sobre las masas populares. El señorío aún
inacabado del neoliberalismo tuvo una fuente teologal: la influencia de
la iglesia católica, en general. Y en particular, del pontífice polaco,
cuya impronta aún es prematuro que la historia pudiere dimensionar.
Pero no hay dudas que fue facilitada por la transformación económica que
existía en occidente y por la profunda debilidad económica e
ilegitimidad política que corroía al llamado socialismo real.
De modo
que una inquietante hipótesis postula que asistimos a un nuevo acuerdo
estratégico entre el Vaticano y el imperio del norte. Se trata de
confrontar contra los gobiernos populares latinoamericanos y los
movimientos sociales, que son una de las bases fundamentales de los
primeros. La prenda del acuerdo es que la iglesia movilice sus recursos
espirituales al servicio de- en una situación de mínima- debilitar y
paralizar a los sujetos ya señalados. Y en una perspectiva de máxima
derrotarlos y deponerlos. Y a cambio, el poder financiero global ayudare
a ocultar los escandalosos manejos del Instituto de Orden Religioso (el
banco vaticano), lo cual insumiría poco más que un
vuelto para ellos. Como se ve, la única diferencia entre las maniobras
papales en tiempos de Lutero y los actuales es la cantidad de los fondos
involucrados y la sofisticación de las operaciones y las unidades
monetarias. A comienzos del siglo XVI los Papas vendían su salvación a
los poderosos a cambio de monedas de oro (no de preces, precisamente). Y
a comienzos del siglo XXI, los cardenales venderían su propia salvación
operando políticamente para el imperialismo.
No nos extrañemos que
los prelados venezolanos y el propio Papa- más rápido que tarde- se
pronuncien contra el católico Nicolás Maduro y a favor del judío
derechoso pro imperialista Henrique Capriles Radonski. La ofensiva
contra los gobiernos progresistas sólo reconocerá los límites que los
propios pueblos pudieren crearle. Así nos queda palmariamente expuesto
cómo es posible que el papado denuncie constantemente a las guerras,
"omitiendo" al imperialismo, verdadero
causante de los conflictos bélicos. Es lógico que, si cree en el
espíritu santo, todos los problemas temporales (por ejemplo, los
económicos) sean responsabilidad del maligno Lucifer. Queda así claro la
causa de toda vacía condena papal al neoliberalismo; fuerza económica,
filosófica y política que esparce urbe et orbi la miseria y la
desmoralización entre las masas populares. Una vez más y como siempre
fueron excluidas del conclave vaticano las masas populares y sus
necesidades y la posibilidad de construir sociedades más justas basadas,
en el derecho y el poder civil, dependerá de poder derrotar a las
fuerzas tenebrosas acaudilladas (espiritualmente) desde su nombramiento
por Francisco I.
Pacho Vaticano
en acción
Si en la Argentina los Franciscos son pancho, en Colombia se los
llama Pacho. Y Pacho Vaticano es el mote que le ha endilgado un amigo
caribeño al nuevo pontífice. Aunque el general Perón estaba en lo cierto
cuando decía al rengo hay que verlo caminar, podemos establecer algunas
previsiones acerca del rumbo político de Panchito. En principio no le
resultará fácil reeditar el raid antipopular del papa polaco en razón de
la crisis inmisericorde que azota a los países del neoliberalismo real,
que hace sufrir a los pueblos afectados torturas equiparables a la
dictadura argentina. ¿Debería decir algo acerca que en España los bancos
desalojan a las personas arrojándolas a vivir (y morir) en la vía
pública? ¿O no es propio de católicos criticar a bancos y banqueros?
¿Que la curia hispana es fiel aliada y guía ideológica del Partido
Popular que liquida la atención en salud y educación públicas merecerá
alguna reflexión vaticana?
Queda bien (para los fundamentalistas católicos) decir en una misa que
la crisis y la pobreza son invenciones del pérfido Luzbel, pero es
preciso dar explicaciones más confiables, certeras y contundentes si se
desea instalar un discurso consistente y fiable. Por otra parte para
poder afrontar las tareas internacionales, el pontífice deberá poner un
mínimo orden en el frente interno. ¿Con que herramientas pondrá orden en
la festiva logia vaticana de sacerdotes y obispos (una verdadera jaula
de las locas eclesiástica) que trafican con taxi-boys? ¿Utilizará el
anatema, la excomunión, la obligatoria confesión, el rezo compulsivo de
millones de aves maría (u otros pájaros)? No parecen ser recursos muy
eficientes ya que la citada omertá tiene la misma formación filosófica y
teológica que Pacho Vaticano y el (seguro, de acuerdo a vida tan
pecaminosa) paso al infierno no los ha asustado demasiado.
No bien
fue publica la unción de Panchito
(que había viajado a Roma con pasaje de vuelta, ya que su candidatura
desde que en la Argentina se había aprobado el matrimonio gay se había
vuelto quimérica), los massmedia argentinos caracterizados por su cerril
oposición a todo gobierno popular salieron a bombardearnos con naderías
y vaguedades del tipo de El Papa humilde, austero, que viajaba en
subterráneo, utilizaba zapatos modestos o remendados y otras menciones
de similar tenor. Celestino Rodrigo, primer ministro de economía
neoliberal de la historia argentina, también se desplazo en subte para
asumir su cargo y ello no le impidió descargar sobre el pueblo un
terrible plan de ajuste (llamado Rodrigazo en su “honor”) en junio 1975,
desbaratado por la movilización obrera y sindical pocos días después.
Ocultaban los prensacidas que su apuesta era por una carga quijotesca
contra Kristina, esperando que el "Santo Padre" viniera a cumplir el
papel de gran transformador de una
oposición miserable e impotente en alternativa de poder. Una vez más,
la presidente demostró que, además de una enorme estadista, es una
dirigente política sutil y certera. Armada con una línea continental
(seguramente consensuada con Correa, Maduro, Evo y Dilma, seguras
víctimas de la carga papal si se produjere) fue a la asunción del
pontífice y se reunió largamente con él. De tal modo dejó insatisfechos
(calentitos, se diría popularmente en la Argentina) los deseos
opositores de contar con el fervor y el favor bergogliano para sus
afanes. Ni Kristina ni nadie deben marchar a un enfrentamiento prematuro
con un líder religioso de influencia constatable aunque difícilmente
cuantificable. El pontífice ya dejó claro que no visitará la Argentina
hasta luego de los comicios de octubre de 2013; con lo cual la oposición
deberá limitarse a los “fierros” mediáticos en su afán de esmerilar al
gobierno nacional y popular, quedando
huérfanos del anhelado apoyo papal. De allí que el mercenario
magnettista Jorge Lanata declarase que hará todo lo que esté a su
alcance para demoler al Kircherismo abandonando su hipócrita postura de
periodista “independiente”, “prescindente”, “observador” y demás
subterfugios para ocultar su condición de operador opositor. La lúcida
orientación de Cristina y demás mandatarios latinoamericanos fue
resaltada por José Pablo Feinmann; nada menos que en el matutino Clarín:
“Cristina baja línea, Cristina va, se encuentra con Bergoglio, La
Cámpora hace misas y hay un juego interesante”, señaló Feinmann.
“Cristina marca una línea ‘este Papa tiene que ser nuestro, el que se
gane este Papa va a ganar mucho, así que, muchachos, no jodan más con el
pasado de Bergoglio, porque de aquí en adelante Bergoglio es Francisco y
la derecha no nos lo puede sacar’”, interpretó el filósofo que la
Presidenta le dijo a sus
funcionarios. (véase el texto completo en
http://www.clarin.com/politica/Jose-Pablo-Feinmann-Cristina-Papa_0_88611... )
En
cuanto a un previsible futuro enfrentamiento entre el vaticano y los
gobiernos populares, lo que ocurre en los días que corren. ¿Se trata de
un simple armisticio hasta que ambas partes se hallen convenientemente
pertrechadas? Por cierto que los problemas internos de la corte papal
(la “jaula de las locas” ya citada, los problemas financieros del I.O.R.
y otros contratiempos) constituyen una muy débil plataforma política
desde la cual el Papado lanzare la cruzada encomendada por el
imperialismo. ¿O las figuras políticas juegan un papel en un determinado
sitial y otro muy distinto al cambiar el lugar institucional
que desempeñan? No es poco antecedente el hecho que el propio Néstor
Kirchner dijera que Menem era el mejor presidente de la historia
argentina, cuando era gobernador santacruceño y luego como primer
mandatario, inesperadamente, demoliera las estructuras fundamentales del
neoliberalismo. ¿Pacho Vaticano desencadenará irreversibles reformas en
las vetustas estructuras de poder y en el dogma vaticano? Francamente
sus antecedentes (por ejemplo, llamar creación del diablo al matrimonio
igualitario o estigmatizar a mujeres que abortan y no condenar a
genocidas, torturadores o curas empomadores, o la intervención en la
cual defenestró en las féminas toda aptitud para las labores políticas)
no autorizan a albergar la menor esperanza o expectativa; pero, con
Perón, veamos al cojo caminar y si es capaz de hacer algo para oxigenar
mínimamente a su dos veces milenaria institución.
Algunas conclusiones
Para cerrar nuestro trabajo extraeremos a modo de síntesis algunas conclusiones.
1)
La profunda crisis económica, moral y política del estado vaticano
socavó la autoridad de Benedicto XVI e hizo implosionar su mandato; en
principio vitalicio.
2) La sorpresiva nominación de Bergoglio
muestra, a la vez, coherencia con el derrotero tradicional e histórico
del papado; junto con la posibilidad de implementar cambios cosméticos.
La tentativa de llevar adelante trasformaciones más profundas deberá
vérselas con el temible elenco estable vaticano.
3) La respuesta de
los gobiernos populares latinoamericanos fue sólida, astuta, concertada y
muy rápida; demostrando que serán hueso mucho mas duro de roer que el
“socialismo real”.
Apéndices documentales